viernes, 2 de enero de 2015

A propósito de mis propósitos

Con el fin de año, todos nos proponemos nuevas metas, hábitos, nuevos propósitos. Algunos de ellos se repiten en el tiempo, año tras año, lo cual significa que no se han alcanzado, sin embargo nos lo proponemos de nuevo.

En realidad, se ha convertido en una costumbre más que en un propósito real, no es necesario esperar a un 31 de Diciembre para proponer el cambio en alguna faceta de la vida, podemos hacerlo en otras fechas señaladas como puede ser un cambio de estación, un aniversario, etc. La cuestión es tener claro el objetivo y el camino a recorrer. Si no lo tenemos claro, no lo alcanzaremos nunca. Repasemos las características que deben tener los objetivos o metas que queremos plantear:

Concretos: la meta o el objetivo debe ser concreto y medible. No sólo por nosotros sino por el resto de las personas que me rodean con quien puedo compartir mis metas. Y no sólo debe ser concreto el objetivo sino también las razones por las que me lo planteo.

Propios: puedo, incluso debo, compartir el objetivo pero debe ser propio, realizado desde mi autoconocimiento y mi reflexión. Si el objetivo no lo hago mío, no habrá el compromiso necesario para llevarlo a cabo y a la mínima barrera, dejaré de luchar por él.

Alcanzables: el objetivo debe ser alcanzable, conviene distinguir entre sueño y objetivo o meta. Debemos ser ambiciosos en nuestros objetivos pero deben estar a nuestro alcance o, por lo menos, tener la percepción sincera de que podemos alcanzarlo. Lo contrario es como hacer trampas jugando al solitario, es inútil engañarnos a nosotros mismos.
Una meta inalcanzable (deseos o esperanzas) nos lleva a la decepción y a la frustración. Si es alcanzable (lo quiero) me llevará a la acción, me motivará.
En este sentido, debemos contar con un itinerario (especialmente en objetivos a largo plazo), debemos conocer el itinerario, los pasos que debemos seguir para alcanzar la meta que no son más que objetivos más asequibles o más a corto plazo que nos ayudarán a alcanzar el fin último. Es recomendable sentarse frente un papel y desarrollarlo, de esta manera ya contaremos con un plan de acción.

Revisa tus propósitos, y comprueba que tienen estas características. Si no los tienen, revísalos o busca otros.

A lo largo de nuestro recorrido para alcanzar nuestros objetivos, nos podemos encontrar con importante barreras u obstáculos. No te rindas, respira hondo y sigue hacia adelante. Busca siempre el lado positivo, que lo hay.





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