Estamos en pretemporada y es momento de ponerse a tono físicamente para
afrontar los próximos meses de competición, pero también es el momento ideal
para comenzar a sentar las bases de la preparación psicológica del equipo.
¿Serías capaz de hacer algo así con tu equipo?
En pretemporada, contamos con algo
que en los meses venideros no podremos disfrutar, contamos con tiempo para
dedicarlo a nuestros jugadores, sesiones un poco más largas, momentos de
descanso, más tiempo fuera del entrenamiento, etc. Debemos aprovechar este
tiempo para acercarnos a nuestros jugadores y conocerlos más en profundidad, especialmente
si acabamos de coger las riendas de un nuevo equipo.
La tarea es sencilla pero debemos
prepararla con anterioridad, al igual que preparamos las tareas que van a
realizar nuestros jugadores a lo largo de las sesiones de entrenamiento. Para
ello diseñaremos un guión de aquellos aspectos que nos interesa conocer de
nuestros jugadores.
Normalmente ya conocemos cosas de
los jugadores que tenemos en el equipo, bien porque los hemos entrenado ya,
porque nos hemos enfrentado a ellos, porque tenemos conocidos en común o por
los inputs que nos llegan del entorno del club (otros compañeros, directiva,
resto de cuerpo técnico). Aún así, como veremos más adelante, siempre hay cosas
por conocer.
¿Qué debemos conocer?
Los objetivos básicos que debemos
conocer de nuestros jugadores es su experiencia
previa, lo que vendría a ser su curriculum deportivo. No tengas miedo a
ir hacia atrás, desde los comienzos del jugador en este deporte. Puedes obtener
mucha información sobre el jugador y su entorno, especialmente el familiar.
Debes preguntar el por qué de las cosas, si ha estado en muchos equipos o no,
por qué cambia de equipo, experiencias positivas y negativas en cada unos de
los clubs donde ha estado, etc.
Este primer contacto te va a
permitir conocer muchas cosas sobre el jugador, qué espera del club donde
juega, de sus compañeros, de su entrenador. Te va a permitir conocer las
diferentes motivaciones que puede tener el jugador para estar (o no) en tu
equipo.
Debes aprovechar también para
conocer aspectos un poco más
personales del jugador, te resultará más fácil después de haber hablado
de temas más “profesionales” el comenzar a preguntar por estos aspectos más íntimos
y que con los que te puedes encontrar algún freno si lo afrontas de manera
demasiado directa. Además, es probable que muchos de estos aspectos hayan
salido a luz durante la conversación. Si es así, no los recalques, toma nota y
sigue adelante.
Cuidado con los aspectos más
personales (pareja, familia, etc) puedes encontrarte que el jugador ofrezca
resistencia. Recuerda que tan sólo quieres conocerlo un poco más, evita
preguntas que se excedan de tu cometido y que dé la sensación de “cotilleo”.
Por último es relevante que le
preguntes al jugador por las
expectativas que tiene con respecto a la temporada, sobre él mismo, sobre
el equipo y, especialmente, que espera del cuerpo técnico y de ti en
particular.
También es muy importante, y te
puede servir para cerrar la acción. Debes conocer sus objetivos personales para la temporada y los
objetivos para el equipo.
¿Cómo lo hago?
Como te he comentado, debes
tenerlo todo preparado: ten un guión con las preguntas y toma nota de lo que te
vaya contando (pídele permiso para ir anotando lo que te dice). El guión debe
contener tres apartados: información profesional, información personal y
objetivos del jugador (suyos y del equipo).
Ø No
intentes hacerlo todo en una sola vez, habrá jugadores con quien tengas el
tiempo y se preste a ello, pero lo habitual es que lo hagas en varias sesiones.
Planifícalo.
Ø Dado
que vas a hablar de temas personales, busca un sitio donde exista cierta
intimidad y donde nadie pueda escuchar vuestra conversación. Puede ser en la
grada, en el banquillo, en el vestuario, en una cafetería cercana si es después
del entrenamiento o en el despacho del entrenador (personalmente prefiero
lugares más informales). Crea un
ambiente adecuado.
Ø Las
conclusiones, son para ti y eso debe saberlo el jugador, deja claro en todo
momento que lo que se habla en esta charla no sale de ahí. Todo es confidencial.
Ø No
es un interrogatorio, trata de que hable
el jugador (lo puedes hacer con preguntas abiertas, del tipo: ¿Qué valoras
de un entrenador? o bien ¿Qué motivos te llevaron a dejar ese club?). En este
caso, habrá jugadores que te lo pondrán más fácil que otros, no te preocupes,
si se te queda algo puedes volver a preguntarlo en cualquier momento. En
cualquier caso, debes realizar una escucha
activa.
Ø Para
realizar la escucha activa, debes ser
objetivo y no juzgar bajo ningún
concepto, simplemente escucha, deja hablar, no opines de algo a no ser que el
jugador te lo pida.
Conocer a tus jugadores, sus
motivaciones, expectativas y objetivos, te va a permitir una mejor gestión del
vestuario porque sabrás cómo actuar en cada ocasión y con cada uno de tus
jugadores.