miércoles, 9 de agosto de 2017

Conociendo al equipo

Estamos en pretemporada y es momento de ponerse a tono físicamente para afrontar los próximos meses de competición, pero también es el momento ideal para comenzar a sentar las bases de la preparación psicológica del equipo.  

¿Serías capaz de hacer algo así con tu equipo?

En pretemporada, contamos con algo que en los meses venideros no podremos disfrutar, contamos con tiempo para dedicarlo a nuestros jugadores, sesiones un poco más largas, momentos de descanso, más tiempo fuera del entrenamiento, etc. Debemos aprovechar este tiempo para acercarnos a nuestros jugadores y conocerlos más en profundidad, especialmente si acabamos de coger las riendas de un nuevo equipo.

La tarea es sencilla pero debemos prepararla con anterioridad, al igual que preparamos las tareas que van a realizar nuestros jugadores a lo largo de las sesiones de entrenamiento. Para ello diseñaremos un guión de aquellos aspectos que nos interesa conocer de nuestros jugadores.

Normalmente ya conocemos cosas de los jugadores que tenemos en el equipo, bien porque los hemos entrenado ya, porque nos hemos enfrentado a ellos, porque tenemos conocidos en común o por los inputs que nos llegan del entorno del club (otros compañeros, directiva, resto de cuerpo técnico). Aún así, como veremos más adelante, siempre hay cosas por conocer.

¿Qué debemos conocer?

Los objetivos básicos que debemos conocer de nuestros jugadores es su experiencia previa, lo que vendría a ser su curriculum deportivo. No tengas miedo a ir hacia atrás, desde los comienzos del jugador en este deporte. Puedes obtener mucha información sobre el jugador y su entorno, especialmente el familiar. Debes preguntar el por qué de las cosas, si ha estado en muchos equipos o no, por qué cambia de equipo, experiencias positivas y negativas en cada unos de los clubs donde ha estado, etc.

Este primer contacto te va a permitir conocer muchas cosas sobre el jugador, qué espera del club donde juega, de sus compañeros, de su entrenador. Te va a permitir conocer las diferentes motivaciones que puede tener el jugador para estar (o no) en tu equipo.

Debes aprovechar también para conocer aspectos un poco más personales del jugador, te resultará más fácil después de haber hablado de temas más “profesionales” el comenzar a preguntar por estos aspectos más íntimos y que con los que te puedes encontrar algún freno si lo afrontas de manera demasiado directa. Además, es probable que muchos de estos aspectos hayan salido a luz durante la conversación. Si es así, no los recalques, toma nota y sigue adelante.

Cuidado con los aspectos más personales (pareja, familia, etc) puedes encontrarte que el jugador ofrezca resistencia. Recuerda que tan sólo quieres conocerlo un poco más, evita preguntas que se excedan de tu cometido y que dé la sensación de “cotilleo”.

Por último es relevante que le preguntes al jugador por las expectativas que tiene con respecto a la temporada, sobre él mismo, sobre el equipo y, especialmente, que espera del cuerpo técnico y de ti en particular.

También es muy importante, y te puede servir para cerrar la acción. Debes conocer sus objetivos personales para la temporada  y los  objetivos para el equipo.

¿Cómo lo hago?

Como te he comentado, debes tenerlo todo preparado: ten un guión con las preguntas y toma nota de lo que te vaya contando (pídele permiso para ir anotando lo que te dice). El guión debe contener tres apartados: información profesional, información personal y objetivos del jugador (suyos y del equipo).

Ø  No intentes hacerlo todo en una sola vez, habrá jugadores con quien tengas el tiempo y se preste a ello, pero lo habitual es que lo hagas en varias sesiones. Planifícalo.
Ø  Dado que vas a hablar de temas personales, busca un sitio donde exista cierta intimidad y donde nadie pueda escuchar vuestra conversación. Puede ser en la grada, en el banquillo, en el vestuario, en una cafetería cercana si es después del entrenamiento o en el despacho del entrenador (personalmente prefiero lugares más informales). Crea un ambiente adecuado.
Ø  Las conclusiones, son para ti y eso debe saberlo el jugador, deja claro en todo momento que lo que se habla en esta charla no sale de ahí. Todo es confidencial.
Ø  No es un interrogatorio, trata de que hable el jugador (lo puedes hacer con preguntas abiertas, del tipo: ¿Qué valoras de un entrenador? o bien ¿Qué motivos te llevaron a dejar ese club?). En este caso, habrá jugadores que te lo pondrán más fácil que otros, no te preocupes, si se te queda algo puedes volver a preguntarlo en cualquier momento. En cualquier caso, debes realizar una escucha activa.
Ø  Para realizar la escucha activa, debes ser objetivo y no juzgar bajo ningún concepto, simplemente escucha, deja hablar, no opines de algo a no ser que el jugador te lo pida.


Conocer a tus jugadores, sus motivaciones, expectativas y objetivos, te va a permitir una mejor gestión del vestuario porque sabrás cómo actuar en cada ocasión y con cada uno de tus jugadores.